Las autoridades visitaron las nuevas instalaciones, que entraron en funcionamiento ayer.

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El nuevo depósito regulador de agua potable de la Mancomunitat del Migjorn permite dar respuesta a una antigua reivindicación de la comarca formada por Campos y ses Salines. Las obras, que empezaron el mes de noviembre, han supuesto una inversión de 862.512 euros y ayer entró en funcionamiento.

El proyecto ha consistido en la construcción de un nuevo depósito de hormigón, ubicado en la finca de Son Rosselló de Campos, además de una caseta de instalaciones y control en las instalaciones. También se han habilitado las conexiones desde los pozos hasta el depósito y desde éste hasta la red de distribución municipal. Allí también se encuentra el actual depósito municipal, gravemente deteriorado por el paso del tiempo y con problemas considerables de fugas de agua, que será rehabilitado y conectado en un futuro a la red de suministro.

Esta infraestructura ha sido construida por la Agencia Balear de l’Aigua i la Qualitat Ambiental (ABAQUA), empresa pública del Govern, gracias a un convenio con la Mancomunitat del Migjorn.

Ayer, el conseller d’Agricultura, Medi Ambient i Territori, Gabriel Company, el presidente de la Mancomunitat, Guillem Ginard, y los alcaldes de los dos municipios, Sebastià Sagreras y Maria Bonet, visitaron las nuevas instalaciones.