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Al fin llegó el día. A primera hora de la mañana de ayer se abrió Cala Banyalbufar, que ha permanecido cerrada durante un año a causa del peligro de desprendimientos en la zona y por las obras que se han realizado para estabilizar el lugar.

Las barreras se retiraron sobre la 9.30 horas y vecinos y turistas empezaron a ocupar de punta a punta la pequeña cala para poder volver a disfrutar de este enclave, llegándose a registrar el paso de unas 400 personas en la reapertura.

Los usuarios, después de un año de espera, aprovecharon todos los encantos del lugar y no tardaron en bañarse en sus aguas, en refrescarse en las fuentes naturales o en tumbarse para relajarse tomando el sol. Igualmente, los propietarios de embarcaciones pudieron comprobar su estado y utilizarlas de nuevo.

Por su parte, el alcalde de Banyalbufar, Mateu Ferrà, se mostró satisfecho por el final de las obras y el levantamiento del cierre, manifestó que «la espera ha valido la pena, hemos de valorar que hace un año tuvimos que cerrarla y un año después ya está abierta con toda la remodelación hecha» y añade que «estamos más que conformes que en un año completo se haya podido acabar una obra tan importante, que garantiza el futuro de la cala». Explicó que en octubre, una vez finalizada la temporada, se realizarán trabajos complementarios «detalles que ahora no son de máxima prioridad como la colocación de escalones o barandillas». En cuanto a la temporada turística, considera que todavía no está perdida «al quedar todo el mes de agosto y septiembre».