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Tras más de una década sometida a los vaivenes de la burocracia, Selva cumple su sueño de tener una manzana completa (la más céntrica del núcleo) dedicada exclusivamente al servicio del pueblo. Las obras comenzaron hace una semana y en un plazo relativamente corto de tiempo (en octubre tienen que estar acabadas) Selva estrenará oficina de turismo, dependencias policiales, un casal de joves, aulas polivalentes, archivo municipal y hasta una plaza interior pública que permitirá afrontar en un futuro la reforma integral de la plaza del pueblo.

«La intervención permite también mejorar y optimizar espacios en el edificio actual y adaptarlo para las personas con problemas de movilidad, conservando eso sí, el carácter de todos los edificios en los que se interviene», explica el alcalde de Selva y vicepresidente de Cultura i Patrimoni del Consell de Mallorca, Joan Rotger.

El dinero para financiar la compra de las casas y todas las obras (más de 659.000 euros) proviene del Fondo de Cooperación Municipal del Govern balear. «No costará ni un euro al Ajuntament, hemos guardado y administrado los fondos de manera que, aunque inicialmente se contrató un préstamo de 2.400.000 euros porque el proyecto inicial contemplaba también la construcción de un centro de día, finalmente, vista la situación de crisis y los cambios legislativos, hay que adaptarse a la realidad, replanteamos el proyecto y anulamos el crédito», dice Rotger.

El proyecto inicial preveía un gran edificio de cuatro plazas para servicios municipales y centro de día. El proyecto que finalmente se ejecuta opta por la rehabilitación integral de los edificios existentes y una mejora completa de la manzana. Además de la actual Casa Consistorial, el Ajuntament interviene sobre la casa colindante que compró a unos vecinos y sobre el antiguo mercado municipal. Como contrapartida Selva se queda sin centro de día. «Con los cambios legislativos de la ley de dependencia y la situación de crisis pensamos que esta era la mejor opción», dice Rotger.