El Consell ampliará la carretera a s’Estanyol y creará una rotonda en el fatídico cruce con la de Cap Blanc

En los últimos diez años, esta carretera ya ha sido objeto de varias mejoras que han tenido como resultado el enderezamiento de algunas curvas y adecuación de la señalítica y el pavimento. Sin embargo, la institución supramunicipal afronta ahora la fase definitiva hasta el núcleo costero de s’Estanyol. Un tramo de cuatro kilómetros en los que se procederá a la ampliación de la calzada, la adaptación de los arcenes para cicloturistas y a la construcción de una rotonda sobre el peligroso cruce con la carretera de Cap Blanc, popularmente conocida como la carretera des presos (Ma–6014).

Según fuentes del departamento insular de Urbanisme i Territori dirigido por el conseller Mauricio Rovira, las obras incrementarán la amplitud de la calzada de los siete metros actuales a 10. Con un carril por sentido, cada uno de ellos medirá 3,2 metros y, dado el incremento en el tránsito de ciclistas, para hacer compatible y más segura la circulación combinada de bicicletas y automóviles, se han proyectado sendos arcenes de 1,8 metros de amplitud, frente a los de 50 centímetros que se diseñan normalmente en vías similares a la conduce hasta s’Estanyol. De esta manera, los arcenes (casi un carril bici) se incrementará en 1,3 metros.

Asimismo, con la finalidad de dotar de mayor seguridad las posibles salidas de vía, las cunetas se rellenarán con material filtrante y la evacuación de aguas se llevará a cabo mediante un tubo de drenaje en ambos laterales de la calzada. En este sentido, desde el Consell apuntan que las obras de mejora evitarán también la acumulación de agua en la calzada en los días de lluvias abundantes.

Por otra parte, el proyecto, que actualmente se encuentra en fase de redacción, prevé la construcción de una rotonda iluminada de 30 metros de diámetro en el fatídico cruce de la carretera de s’Estanyol con la de Cap Blanc.

La creación de esta rotonda, además de conseguir la eliminación del mencionado ‘punto negro’, pretende conseguir que los vehículos que se dirigen hacia las playas de Es Trenc lo hagan por la carretera des presos hasta Son Catlar y evitar así el colapso circulatorio que sufren las poblaciones de s’Estanyol y Sa Ràpita durante los meses de verano.