Joan Monjo, en la plaza Cervantes, casi acabada. | Antoni Pol

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El teniente de alcalde de Santa Margalida y delegado de Can Picafort, Joan Monjo, recordó ayer que la normativa municipal permite hacer obras en Can Picafort hasta el 30 de abril. Recordando lo que dice la ordenanza, Monjo pretende desautorizar la denuncia que hizo el jueves Martí Torres, el portavoz del PP, quien criticó que la reforma del Passeig Marítim (que ejecuta el Ajuntament) «molesta» a los turistas y proyecta una «mala imagen» del núcleo costero.

Joan Monjo desmintió que las obras del Passeig Marítim vayan con retraso. «La previsión es que acaben el 30 de abril, dentro del plazo que marca la ordenanza», indicó, y por otra parte aseguró estar «orgulloso» de la manera en que se llevan a cabo y del resultado. Esta actuación consiste en la reordenación de espacios de la plaza Cervantes y en la sustitución de los tramos de madera (por baldosas) de esa misma plaza y el resto del paseo marítimo. «Mucha gente me felicita por las obras», manifestó el concejal.

Algunos comerciantes consultados por este diario reconocieron también su satisfacción por la actuación municipal.

Sobre el PP

Por otra parte, Monjo reveló que los padres de Martí Torres, el portavoz del PP, hacen actualmente obras en una vivienda de su propiedad en la calle Isabel Garau de Can Picafort. «Además se ha ocupado la acera y se ha impedido el paso de peatones, lo mismo que Torres echa en cara al Consistorio», dijo. «Quiero aclarar que lo que hacen los padres del portavoz del PP es legal, pero me extraña el doble rasero que aplica el señor Torres en función de si hacen las obras sus padres o el Ajuntament».

Monjo también lamentó que un exalcalde «desconozca las ordenanzas».