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Los santantoniers empezaron a encender ayer el fuego. La plaza Ramon Llull, un año más, recibía, en un fría noche y al calor de las llamas, el sentimiento de la fiesta más participativa y más sentida de Manacor.

El 'primer ball' de los 'dimonis' congregó ayer por la noche a casi un millar de vecinos en la conocida como plaza del Mercat . Es el pistoletazo de salida a un intensivo programa de actos que se prolongarán durante diez días y que llenarán la ciudad de tradición, costumbres y mucha alegría.

La música, el baile y el caliu de los foguerons son los ingredientes de esta festividad que entusiasma tanto a pequeños como a mayores. Unas fiestas que vencen al frío que suele acompañar estos días de enero.

A las 20.30 horas se empezaron a encender las parrillas preparadas por el Patronat de Sant Antoni para entrar en calor a la vez que compartir un trozo de llonganissa , llom , panxeta o botifarró entre amigos o familia. La noche se teñía de sensaciones, entre las camisetas del Dimoni Gros que lucían muchos de los asistentes, los nervios y la emoción de escuchar por primera vez, este año, las canciones que los manacorins sienten como propias.

Poco antes de las diez empezaban ya a sentirse las palmas requiriendo la presencia del Dimoni Gros, que hizo su esperada llegada junto con los dimonions , el baciner y acompañados de los sonadors .

Emoción

Llegaron los primeros acordes y con ellos la plaza explotó. Siempre son las gloses más conocidas para que todos puedan entonarlas y vivir la fiesta en este escenario elegido desde hace unos años para que los vecinos puedan disfrutarla. Anteriormente, se celebraba en el local del Jordi des Recó y sólo podían asistir un centenar de personas. El Patronat decidió, con mucho éxito, abrir la fiesta al pueblo para empezar con un buen sabor de boca.