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El Club Nàutic Can Picafort estrenó oficialmente ayer su sede social, proyectada en 1982 pero que nunca llegó a ejecutarse. Un largo litigio judicial entre el Club y el Port Esportiu retrasó el inicio de las obras durante 30 años.

La inauguración de ayer marca un antes y un después en la historia del Club que, ahora sí, forma parte con todas las de la Ley de la Asociación de Clubes Náuticos de Baleares y proyecta ya impulsar su escuela de vela como un referente en la bahía, no solo durante la campaña estival sino también durante el invierno. La conclusión del proyecto y de su correspondiente proceso de legalización abre ahora la vía para solicitar formalmente una ampliación de la concesión de las instalaciones para los próximos 35 años.

El Ajuntament de Santa Margalida se suma a la iniciativa de convertir Can Picafort en un referente náutico y proyecta para los días 23, 24 y 25 de mayo de 2014, la celebración de la primera Fira de l'Esport Nàutic i el Calamar .

A la inauguración del nuevo edificio asistieron ayer el presidente del Club, Antoni Monserrat, el alcalde de Santa Margalida, Antoni Reus, el gerente de Ports de les Illes Balears, David Gómez y el presidente de la Associació de Clubs Nàutics de Balears y vicepresidente de la Federació balear de vela, Miquel Sunyer, además de numerosos asociados.

La construcción de la sede social se proyectó junto a otras obras de ampliación en 1982. El Club cedió la gestión de las instalaciones a Port Esportiu S.A. a cambio de que esta sociedad ejecutara las obras pero nunca se cumplió el acuerdo. Tras quince años de litigio el Club recuperó la gestión en 2011 y reactivó el proyecto.