Joan Carles Verd y Tomeu Morro, durante la toma de posesión. | Antoni Pol

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El socialista Tomeu Morro fue investido este sábado, y por segunda vez, alcalde de Sencelles. Sustituye a Joan Carles Verd (PI), que en cumplimiento del acuerdo alcanzado a principios de legislatura ha ocupado el cargo los dos primeros años y medio del ejercicio.

Como el relevo estaba pactado, el pleno fue casi un formalismo. En primer lugar se rindió cuenta de la renuncia del hasta entonces alcalde Joan Carles Verd, que en su discurso valoró la «buena sintonía» que ha reinado entre los socios de gobierno la presente legislatura. Tomeu Morro subrayó el mismo aspecto: «hace 4 años a veces nos mirábamos como búhos, ahora no», dijo. En la legislatura 2007-2011 Verd ya cedió la vara de alcalde a Morro en virtud de otro pacto político, pero entonces no las relaciones entre los dos líderes y sus respectivos partidos no fueron tan buenas.

Antoni Micol, representante de Esquerra Unida y también miembro del equipo de gobierno, incidió en «la capacidad de diálogo y entendimiento» que han mostrado los tres socios pese a sus ideologías divergentes. «Es un modelo a seguir», indicó. El PP, único partido de la oposición, agradeció a Verd la tarea realizada estos dos años y medio y deseó suerte a Morro.

Después de las votaciones, Tomeu Morro pronunció el discurso de investidura, que fue más emotivo que programático. Recordó a Miquel Llabrés, fundador y alma mater de la agrupación socialista de Sencelles, y manifestó su voluntad de que esta sea «la legislatura de las infraestructuras silenciosas».

Entre el público asistente, cabe destacar la presencia de destacados miembros del PI y, especialmente, del PSOE. Estaban Pep Melià y Antoni Salas por parte del PI y Francina Armengol, Aina Calvo y Francesc Antich por parte del PSOE.