Representantes del PSOE, Independents y Més ayer ante el Ajuntament. | Antoni Pol

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El equipo de gobierno de Inca (PP) y los partidos de la oposición (Més, Indi y PSOE) siguen enrocados en sus respectivas posiciones en cuanto al proceso de privatización del agua potable. La junta de portavoces celebrada ayer, a instancias de la oposición, permitió constatar las diferencias entre las dos partes, que parecen insalvables.

Los tres portavoces del PSOE, Indi y Més solicitaron de nuevo al alcalde que, paralizara la privatización porqué, según dicen, en ningún caso asegura la reforma del Teatre Principal, el principal argumento del gobierno para llevarla a cabo. Xavier Ramis, del PSOE, insistió que el PP no dispone de la legitimidad necesaria para hacer algo que afectará a Inca los próximos 30 años; Àngel Garcia (Indi), dijo que «para el PP lo único importante es vender el agua, no reformar el teatro»; Antoni Rodríguez (Més), avanzó que su grupo votará contra los presupuestos del 2014 porque privatizando el agua «se ha cruzado una línea roja».

Rafel Torres, el alcalde, defendió su gestión con los argumentos de siempre. La privatización del agua «permitirá acometer la reforma del teatro y servirá para arreglar los problemas en la red de suministro», dijo.

Por otra parte, la empresa que quedó segunda en el concurso formuló nuevas alegaciones en el sentido de las anteriores.