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Las instalaciones del Reial Club Nàutic del Port de Pollença acogieron ayer la primera feria náutica de segunda mano del municipio, un evento que nace con el objetivo de perdurar en el tiempo y contribuir, en la medida de lo posible, a paliar los aprietos económicos que pasan los pescadores, especialmente en estos tiempos de crisis.

La feria está impulsada por Boatinginmallorca , una web de ayuda a los navegantes. La idea de organizar este evento surgió a raíz de un artículo publicado en Ultima Hora que alertaba hace un año de las dificultades que pasaban los pescadores del Moll y de Cala Rajada para hacer frente al pago de las tasas de ocupación que exige Ports. Aunque su situación económica ha mejorado relativamente desde entonces, después de que el Govern accediera a cobrar por la ocupación a título vencido en lugar de hacerlo por anticipado, Boatinginmallorca ha mantenido el carácter solidario de su evento.

En la feria náutica de segunda mano se pusieron ayer a la venta medio centenar de embarcaciones de segunda mano. Participaron cerca de 40 expositores que vendían libros, enseres, aparejos de pesca, útiles para la navegación... El modelo imita las ferias náuticas de segunda mano que se realizan principalmente en Francia e incorpora un programa complementario de conferencias, talleres y actividades diversas.

«El objetivo de la feria es la compra y venta de barcos y efectos náuticos de segunda mano por parte de particulares y empresas que estén interesados y tiene vocación de permanencia», explica la organización.

Pese al mal tiempo algunos clubes deportivos permitieron ayer probar su oferta de actividades como el Stand up Paddle y también hubo puntos informativos sobre medio ambiente marino y pesca responsable.

La recaudación de la Fira se distribuirá a partes iguales a beneficio de la Cofradía de Pescadores del Port de Pollença y el Proyecto SailAid.