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Las obras de demolición parcial y acondicionamiento de la vivienda privada construida con licencia en la esquina de las calles Jonquet y Creus (en la zona del Calvari de Pollença) comenzó ayer y durará un mínimo de dos semanas, tiempo durante el cual se seguirá acumulando la multa de 50 euros diarios impuesta al alcalde de Pollença, Bartomeu Cifre Ochogavía, por no haber ejecutado hasta ahora una orden de derribo que se viene demorando desde 2004.

La vivienda se construyó con licencia municipal de obras en 1991 pero un vecino de enfrente denunció la construcción porque le tapaba las vistas. Los tribunales le dieron la razón, anularon la licencia municipal y ordenaron la demolición.

Ante la inactividad de los diferentes consistorios la jueza acabó imponiendo a principios de verano una multa de 100 euros al actual alcalde, Bartomeu Cifre Ochogavía, hasta que completara el derribo. El alcalde recurrió esta resolución que la jueza reafirmó el 17 de septiembre reduciendo el importe inicial de la multa de 100 a 50 euros diarios.

De nada le han servido hasta ahora al alcalde Cifre Ochogavía los recursos presentados para evitar la multa. El viernes, tras firmar el acta de replanteo volvió a solicitar sin éxito la suspensión del auto.

Cifre deberá hacer el primer ingreso de 1.000 euros (tiene que hacerlo cada 20 días) el próximo miércoles 9 de octubre. «Confío en que para entonces ya esté terminada la demolición hasta el nivel de calle, que es lo que exigía la jueza, aunque después quede rematar los trabajos», dijo ayer.

La demolición parcial de la vivienda le costará al Ajuntament pollencí más de 40.000 euros a los que habrá que sumar la indemnización por daños y perjuicios que con toda seguridad exigirá la propietaria.