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La llegada de inquilinos en riesgo de exclusión social de fuera del municipio a las viviendas sociales de Santa Margalida no es un hecho aislado. Tras la denuncia formulada el lunes por la regidora de Seguridad Ciudadana de Santa Margalida, Beatriz Gamundí, los alcaldes de sa Pobla y Fornalutx confirmaron ayer que sus municipios también reciben, a través del Ibavi, inquilinos en riesgo de exclusión social procedentes de otros municipios, en este caso de Alaró y Sóller.

A los alcaldes les preocupa que la problemática social de otros pueblos se traslade a los municipios de la Part Forana en los que hay un alto stock de viviendas de protección oficial que permanecen vacías. Los tiempos han cambiado. «Cuando se proyectaron las casas de Fornalutx, existía una gran demanda pero las obras se retrasaron dos años y muchos acabaron comprando otras promociones. Los que seguían interesados tuvieron problemas para obtener crédito y el Govern ha acabado por ponerlas en alquiler para darles una salida», explica el alcalde de Fornalutx, Joan Albertí (PP).

Críticas

Albertí, relata cómo los servicios sociales han enviado a una familia de Sóller con problemas a una de estas casas que gestiona el Ibavi en Fornalutx. «Hablé con el gerente del Ibavi, Roberto Cayuela, y le expliqué que esto es un problema porque son gente que ni siquiera tiene coche y quedan aislados distanciándoles de sus conocidos y del pueblo al que pertenecen».

Joan Albertí defiende la conveniencia de establecer una tarifa única para todas las viviendas sociales con independencia del municipio en el que se construyan, lo que en su opinión haría más atractiva para los vecinos del municipio la compra de las viviendas de Fornalutx. «Son de categoría, forradas de piedra, y eso encarecía mucho el precio», dice.

En sa Pobla, el alcalde, Biel Serra (PP), reconoce que una familia con problemas para llegar a fin de mes, y procedente de Alaró, se ha instalado recientemente en una vivienda social del Ibavi. «Es la única comunicación de Servicios Sociales que he recibido, aunque es cierto que existe un excedente de vivienda vacía de protección oficial en sa Pobla», añade. Sa Pobla tiene tres grandes bloques de pisos de protección oficial, uno de ellos completamente vacío.