Imagen de las autoridades que asistieron ayer a los actos conmemorativos.

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El alcalde de Calvià, Manuel Onieva (PP), afirma que la prioridad de su equipo de gobierno es sanear las cuentas municipales apostando al mismo tiempo por «mantener todos los servicios, brindar apoyo a los más desfavorecidos y ofrecer oportunidades a empresarios y vecinos del municipio con el fin de animar a la creación de nuevos puestos de trabajo».

Onieva, al frente de todos los miembros de la Corporación Municipal presidió ayer, en la cruz de Santa Ponça, el acto institucional conmemorativo del 784 aniversario del desembarco del Rei Jaume I acompañado por la presidenta del Parlament, Margarita Duran, el conseller de Economia i Competitividad del Govern, Joaquín García, el conseller de Presidència del Consell de Mallorca, Jaume Juan, entre otras autoridades civiles y militares.

En su discurso, pronunciado en catalán y castellano, aunque, en esta edición mayormente en la segunda lengua, manifestó que uno de sus objetivos primordiales es la lucha contra la estacionalidad turística. Tanto es así que «se ha convertido para nosotros en una autentica obsesión. Esa lucha es nuestra auténtica prioridad», advirtió el alcalde.

En este sentido, Onieva resaltó una serie de actividades y proyectos que lleva a cabo el Ajuntament «que ya están empezando a dar sus primeros frutos» pues en este ejercicio ya tendrán un impacto económico positivo que rondará los dos millones de euros.

Pregón

Por otra parte, este año el pregón de las fiestas del Rei En Jaume corrió a cargo del rector de las parroquias de Portals Nous, Palmanova, Magaluf, Son Ferrer y El Toro, Pep Toni Guardiola.

El sacerdote, en su discurso, pronunciado completamente en catalán, expuso una serie de comparaciones entre la gesta del Rei en Jaume y la «conquista del siglo XXI» y reflexionó sobre aspectos como la convivencia, la libertad individual, la tolerancia entre culturas o el enriquecimiento espiritual, entre otros. Guardiola concluyó su disertación, más mística que reivindicativa, ante las autoridades y público asistente, proponiendo a todos los ciudadanos de Mallorca «rescatar la fuerza agresiva positiva del Rei en Jaume» no para luchar entre personas ni entre culturas sino para trabajar juntos de cara a resolver los problemas actuales.

El acto finalizó con una ofrenda floral, depositada a los pies de la cruz que conmemora el lugar donde desembarcó Jaume I al frente de las tropas cristianas en 1229, en la que participaron prácticamente todas las asociaciones de vecinos, Tercera Edad, deportivas, empresariales y colles de moros y cristianos del municipio, además de la corona institucional que fue depositada por las autoridades.