El proyecto de gasoducto tiene que servir para abastecer a la central eléctrica del Murterar, en Alcúdia. | Elena Ballestero

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El nuevo gasoducto entre Son Reus, Bunyola y Alcúdia afectará en su tramo final a la zona de la Albufera. Así lo indica la resolución de la secretaria de Estado de Medio Ambiente en la declaración de impacto ambiental de dicho proyecto y que ha sido publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) esta misma semana.

De esta manera el gasoducto de 45,6 kilómetros y que discurre por los municipios de Bunyola, Marratxí, Santa Maria del Camí, Consell, Binissalem, Lloseta, Inca, Selva, Búger, Campanet, sa Pobla y Alcúdia también afectará en su tramo final, al llegar a es Murterar, a la zona húmeda del Parc Natural de s’Albufera. La construcción de este gasoducto para abastecer la central eléctrica cruzará toda la Isla con una conducción de 25 centímetros de diámetro, por lo que se necesita construir una pista de diez metros de ancho, que según indica el proyecto transcurre en su mayoría en paralelo a carreteras o caminos ya existentes.

Por ejemplo, su llegada a Inca será a diez metros de la autopista en su lado sur.

Zona protegida

La afectación a la zona LIC (Lugar de Importancia Comunitaria) y ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves) de la Albufera será de un kilómetro, y se señala que «el trazado está condicionado por el futuro desdoblamiento de la MA-13 y la línea de ferrocarril a Alcúdia». A este tramo final en el proyecto también se ha propuesto una alternativa que supondría un aumento de la longitud en 4.900 metros y que afectaría a una zona ANEI (Área Natural de Especial Interés).

Asimismo el proyecto inicial señalaba «evitar espacios de la Red de Natura 2000», pese a que finalmente se ha autorizado. Por ello la dirección general de Biodiversidad del Govern manifiesta que «el paso por dichos espacios será consensuado con el organismo competente del Govern».

Este mismo departamento del Govern ha manifestado su preocupación por la afectación y repercusiones sobre las especies y hábitats de la zona de la Albufera, por lo que se ha reclamado «una evaluación de las repercusiones ambientales concretas y específicas», así como que se realicen las obras en esta zona teniendo en cuenta los períodos de nidificación de las aves.

En la zona del puig de Santa Magdalena, en Inca, también se tiene previsto bordear una zona de encinar. El proyecto también señala que en el trazado no existe ningún yacimiento arqueológico.