La Capella es de dimensiones reducidas y con una sencilla ornamentación. g Fotos: S.B/L.B.

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En julio de 1913 se celebraba la bendición de la capella de ses Covetes bajo la advocación de María Inmaculada. Cien años después descendientes de las mismas familias que hace un siglo adornaban la fachada de este pequeño oratorio, celebraban este efemérides que forma parte de la historia de este pequeño núcleo costero.

Así, para conmemorar este centenario se llevó a cabo una misa concelebrada por varios sacerdotes de la comarca. Intervino la Coral de Porreres y se descubrió una placa colocada en la reciente restaurada fachada, obra del ceramista Lluis Castaldo. La placa fue descubierta por María Móra y Gori Vaquer. Una vez finalizado el acto se sirvió un refrigerio. Asimismo se entregó un opúsculo con motivo de esta celebración.

Cien años después, la Capella continúa dando servicio a los vecinos de ses Covetes que mantiene abiertas las puertas a todos los fieles que quieran participar de la Eucaristía los domingos y fiestas de guardar.

Unas 40 personas contribuyeron en los gastos de edificación.

En el opúsculo se deja constancia que hoy se ha recuperado el entorno de los que participaron hace cien años en la ceremonia de bendición.