Salvo aquellos expresamente autorizados, los vehículos dejarán de circular por la primera línea del Moll. | Elena Ballestero

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La peatonalización la primera línea del Port de Pollença costará más de un millón y medio de euros, según las estimaciones que maneja actualmente el Ajuntament. Participarán de su financiación la Conselleria de Turisme, con 600.000 euros; el Consell, que pondría unos 200.000, y el Consistorio, que asumirá el resto hasta alcanzar el total.

Que la primera línea del Moll se iba a peatonalizar se sabía desde la construcción de la ronda de circunvalación, hace media docena de años, pero que el Ajuntament tenía la intención de licitar el proyecto ese mismo año no se conoció hasta ayer, y porque incluyó una partida con esa finalidad en los presupuestos.

En cuanto a los detalles de la peatonalización, se sabe poco. Abarcará de la rotonda del club náutico hasta el desvío hacia Llenaire, y el anteproyecto inicial no preveía carril bici. Cuanto al resto, el alcalde, Bartomeu cifre (PP), únicamente avanzó que habrá que reestructurar el tráfico. También dijo que actualmente se está redactando el proyecto definitivo.

Partida abierta

Volviendo a la financiación, los 600.000 euros de la Conselleria de Turisme saldrán, en su mayor parte, de un fondo con dinero recaudado gracias a la regularización de plazas hoteleras. La parte del Consell es la que corresponde al asfaltado. Respecto al Consistorio, su partida se ha dotado inicialmente con solo 150.000 euros, pero «está abierta», dijo el alcalde, y se completará más adelante.

La peatonalización es el «proyecto estrella», en palabras de Cifre, del presupuesto de 2013. Sin embargo, contempla otras inversiones, como la mejora de los accesos a la ronda del Moll, diferentes mejoras en el Museu, en el Centre Cultural y en Can Llobera y una excavación en el yacimiento de Bóquer. Por contra, se descarta el proyecto de fondeos en la bahía y el pago de 150.000 euros al arquitecto Rafael Moneo.

Hay que recordar que el equipo de gobierno (PP-Lliga) ya intentó aprobar el presupuesto en abril, pero no lo logró. Esta vez, tras llegar a varios acuerdos con la oposición, los presupuestos recibieron el apoyo de Alternativa, PSM, PSOE y del edil de UMP (y también de Convergència, que en abril ya votó a su favor). Solo Esquerra los rechazó: «Antes nos parecían muy deficientes; ahora son mejores, pero aun insuficientes», alegó Miquel Àngel Sureda, el edil independentista.