Los visitantes disfrutaron con la decoración que llenó todos los rincones del pueblo. | Maria Nadal

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Aunque el pueblo de Costitx apenas cuenta con unos mil habitantes, la pequeña localidad se convierte en el centro de Mallorca cada primero de mayo durante la celebración de la espectacular y singular Fira de la Flor.

Miles de personas aprovecharon el buen tiempo y el sol de la jornada de ayer para recorrer las calles del pequeño pueblo que, un año más, se convirtieron en trabajados y decorativos jardines gracias a la colaboración de los propios vecinos que no dudan en trabajar a destajo para que su pueblo presente las mejores galas. Empresas especializadas en la jardinería y la decoración también aprovechan la feria para mostrar sus trabajos.

Aunque la feria se inauguró el martes por la tarde, fue durante la mañana de ayer cuando vivió su momento más álgido. A las diez de la mañana se abrió el recinto ferial y media hora después la plaza de la Mare de Déu acogió el peculiar baile de los Bous de Costitx que danzaron ante vecinos y autoridades, entre las que cabe destacar el alcalde de Costitx, Antoni Salas, que ayer hizo de gran anfitrión.

Pero no solo hubo flores y decoración en la feria de ayer. En la calle Sol, los visitantes pudieron contemplar una exposición de caballos y de trabajos de campo a cargo de Jordi Ferragut, mientras que en la calle Germans de a Caritat también hubo una demostración de artes tradicionales del mundo de la caza organizada por la Societat de Caçadors d’Arts Tradicionals de Costitx.

Fiesta

Ya por la tarde, los paseos tranquilos por las calles del pueblo dieron paso a la fiesta joven que se celebró en la plaza del Jardí del municipio a partir de las 16.45 horas. Después de la exhibición de baile moderno y de una gran batukada a cargo de Pascale Herssens, fue el turno de la actuación de Boutukada, el grupo de Costitx, y de los DJ’s Xarret y J.Moreno. La fiesta la cerró la actuación musical del grupo Islanders.