Barceló, Rodríguez y Ramis ayer por la tarde. | Antoni Pol

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Los tres partidos de la oposición de Inca (PSOE, Indi y Més) instaron ayer de manera conjunta a que el alcalde de la ciudad, Rafel Torres, cumpla su palabra dada durante el pleno del viernes y convoque un referéndum para conocer la opinión de los ciudadanos sobre la privatización del servicio de agua.

La oposición realizó esta petición ayer después que el lunes el alcalde Torres avisara de que si los plazos necesarios para convocar una consulta popular perjudicaran la ejecución de la reforma del teatro principal no se realizaría. El portavoz del PSOE, Xavier Ramis, opinó ayer que «si Torres da marcha atrás a la consulta es porque el PP tiene miedo del resultado porque sabe que la perderá».

Según Ramis, la privatización del servicio de agua «sólo conlleva aspectos negativos para la ciudad ya que supone un coste anual para el Ajuntament de 400.000 euros y la subida de la tasa para los ciudadanos de un 240% en los 30 años de concesión de la gestión a una empresa privada».

Excusa

Aún así, la oposición en bloque pide al alcalde y al equipo de gobierno del PP que «cumpla su compromiso que asumió en el pleno ante todos los ciudadanos», según palabras de la regidora de Independents, Xisca Barceló que opinó que «el PP quiere privatizar el servicio de agua a cualquier precio. En el 2011 argumentaron que necesitaban dar en concesión el agua para poder pagar las nóminas y ahora lo vinculan a las obras del teatro. Todo son excusas».

Por su parte, Antoni Rodríguez (Més), dijo que «el alcalde tropezó al decir que haría la consulta porque antes de aprobar el punto, el Ajuntament ya envió el pliego de condiciones para poder privatizar el servicio para que saliera publicado en el BOIB». El regidor nacionalista, Andreu Caballero, opinó que «lo peor que puede hacer un alcalde es no cumplir su promesa».