Varios jóvenes tratan de trepar al pi. | MIQUEL A. CANELLAS

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Miles de pollencins viveron ayer con gran intensidad la fiesta del pi de Sant Antoni y medio centenar de ellos incluso trataron de conquistar la cima del árbol que se elevaba alrededor de 22 metros sobre el suelo de la plaça Vella.

La fiesta se inició antes del mediodía, después de las beneïdes decenas de pollencins subieron hasta Ternelles a buscar el tronco del pino. Durante este traslado una rueda del carro paso por encima del pie de un agente de la Policía Local.

Y fue alrededor de las siete y veinte de la tarde cuando el árbol entraba en la plaza. Allí empezaba el proceso de enjabonado del pino que este año además del jabón también fue untado con aceite en su parte superior. Eran las 20:13 horas de la noche cuando con el pino levantado se iniciaba la lucha, la disputa con uñas y dientes para ser el primero en llegar a la cima.

Vivir la fiesta junto al tronco se convierte en toda una hazaña solo al alcance de los más fuertes e incluso se tiene que contar con un buen grupo de amigos para poder afrontar en condiciones la subida.

Ahora el pino permanecerá en la plaza hasta el próximo Miércoles de ceniza en que será derribado. Esta tradición que pervive en Pollença también esta documentada en otras poblaciones de la isla en esta mismas fechas de Sant Antoni y se la conocía con el nombre de pujar l’arbre.