TW
0

La Estación Enológica de Felanitx ha cumplido este mes un siglo desde la colocación de la primera piedra. Sus paredes son testimonio de centenares de historias y vivencias. Cien años después, aunque el interior se haya adaptado a las necesidades del momento, el edificio sigue en pie y su arquitectura estructural sigue siendo la misma. A lo largo de todo este tiempo ha tenido diferentes usos.

La construcción de la Estación Enológica fue uno de los hechos más relevantes que marcó un antes y un después de la economía felanitxera de la primera mitad del siglo XX. Felanitx fue uno de los centros principales de producción de vino en Mallorca.

Historia

En agosto de 1908 el director de la Estación Enológica de Vilafranca del Penedés, Cristòfol Mestre, pronunció una conferencia sobre vinificación. Fruto de ésta surgió la idea de montar una estación en Felanitx. Tras muchas reuniones, la iniciativa fue tomando fuerza y el día 10 de octubre de 1910 el Ajuntament y la Cámara Agraria dirigieron al Ministerio de Fomento una solicitud para su instalación. El día 1 de diciembre del mismo año fue autorizada. En febrero de 1911 se creó la junta integrada por representantes de todos los partidos políticos, clero, comercios, Banc de Felanitx, Caixa Rural, Cámara Agraria y presidida por el alcalde Joan Caldentey.

Tras la subasta de las obras el 8 de diciembre se ponía la primera piedra del edificio en un acto solemne. El alcalde Guillem Puig puso una acta con un escrito en el que se destacaba «la esperanza de una nueva era de producción vitícola que abrirá nuevos cauces de riqueza».

Las obras fueron acabadas en 1913. Fue nombrado director de la estación el ingeniero agrónomo Ernest Mestre Artigas. Fue suprimida por orden ministerial el 23 de noviembre de 1940 y transformada en laboratorio provincial en 1941.

Cultivo

Durante prácticamente tres décadas, la Estación Enológica jugó un papel muy importante en el estudio de todo lo relacionado con el cultivo de la viña y la elaboración del vino. Transcurridos unos años como laboratorio cerró sus puertas. En 1960 empezó a funcionar como colegio municipal con el nombre de Joan Estelrich, hasta 1969. Tras un tiempo en desuso, fue transformado en laboratorio médico durante unos 25 años. Últimamente, durante dos años, hizo las funciones de Casa Consitorial y ahora sigue vinculado a la administración municipal acogiendo diversos departamentos y servicios.