POLLENÇA - EL REFUGIO DE PONT ROMA REABRIRA ESTA PRIMAVERA. | ultimahora.es

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Optimizar costes y mejorar la calidad del servicio dispensado son los objetivos que han movido al Consell de Mallorca a iniciar la privatización de los refugios de montaña que posee y actualmente administra. Se trata de los albergues de Muleta (Sóller), Tossals Verds (Escorca), Son Amer (Escorca) Can Boi (Deià) y Pont Romà (Pollença). Entre todos acogen, aproximadamente, a uno 20.000 huéspedes al año.

El pasado viernes 30 de diciembre concluyó el plazo para presentar ofertas para hacerse con la gestión de los dos últimos y, según fuentes del departamento insular de Medi Ambient, han sido un total de seis empresas las que han concurrido al concurso público. La externalización de la gestión de Can Boi y Pont Romà servirá como experiencia piloto para la futura privatización de la gestión del resto de refugios.

Mejoras

Como se ha apuntado anteriormente, el proceso de externalización pretende, además de uniformizar y mejorar la calidad del servicio de hospedaje, optimizar su rentabilidad. Durante el último ejercicio, sin apenas mermas en la prestación del servicio, el Consell de Mallorca ha conseguido reducir en un 20 por ciento el gasto corriente, mientras que el gasto en productos alimenticios se ha rebajado en un 24. «Ahora se controlan los productos que se adquieren para las manutenciones y todos los refugios preparan el mismo menú», apuntan desde el departamento de Medio Ambiente.

El mantenimiento de los cinco refugios de montaña propiedad del Consell de Mallorca supone para la institución que preside Maria Salom un coste anual rayano a los 1,1 millones de euros, repartidos en gastos de personal, 788.074 euros, y de mantenimiento, 323.409 euros. De esta última partida, 156.000 se destinaron en 2011 a la compra de alimentos, 14.153,19 a la conservación de los inmuebles y 32.448,93 a la conservación de maquinaria.

Integración

Desde el Consell señalan que la decisión de iniciar el proceso de privatización de la gestión de los refugios de Can Boi y Pont Romà obedece a que, los de Deià y Pollença, «son los que se encuentran más integrados en el entorno urbano y ello hace que presenten ciertas peculiaridades, ventajas y posibilidades de ampliar su actividad dentro del ámbito del senderismo, así como facilidades en su gestión y mantenimiento de los equipamientos». Asimismo, la institución insular apunta también que, pese a la externalización del servicio, estos dos albergues «seguirán funcionando como el resto de refugios de la red del Consell, tanto en lo tocante al reglamento de usos y servicios, como en menús, horarios y tarifas, tal y como establece la correspondiente ordenanza reguladora».