Imagen del edificio sobre el que pesa una orden de desalojo y de derribo. | Michel's

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El Ajuntament d'Andratx alberga la esperanza de evitar el desalojo y demolición del edificio situado en la avenida Lluís Alemany del Port ordenado por el Tribunal Supremo casi 30 años después de que el mencionado bloque de viviendas se construyera sobre una parcela clasificada entonces como suelo rústico.

Las esperanzas del Consistorio se fundamentan en el hecho que las nuevas Normas Subsidiarias (NNSS), en fase de aprobación, contemplan la avenida Lluís Alemany del Port d'Andratx como zona urbana. Según el alcalde de la localidad, Llorenç Suau (PP), en el caso de ejecutarse finalmente la demolición del edificio, se daría la paradoja de que, con el nuevo ordenamiento, podría volverse a levantar de forma inmediata.

A diferencia de la orden de demolición dictada por el Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) contra los 68 apartamentos de ses Covetes, la resolución emitida por el Supremo en primavera de 2011 no fija plazos para la ejecución del derrumbe y restitución del estado inicial de la zona.

Familias

En su sentencia, el Supremo requería únicamente un plan de actuación para el desalojo y derribo que el Ajuntament ya tiene redactado y que, en el caso de que el juez no tenga a bien tener en cuenta la nueva normativa y ratifique la demolición, prevé un periodo de ejecución de dos años. Contrariamente a lo que ocurre en ses Covetes, en el inmueble del Port d'Andratx viven una veintena de familias.