Los amantes de la apicultura se reunieron en la XIII edición de la Fira de la Mel en Llubí. | Joan Socies

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Los amantes de la apicultura retaron ayer la constante amenaza de lluvia y no faltaron a una cita ineludible en el municipio de Llubí, donde la plaza de la carretera acogió la XIII edición de la Fira de la Mel y en la que la miel de las Illes Balears se convirtió en la principal protagonista. Más de 30 productores de las Islas ofrecieron ayer sus productos en una plaza llena de gente en busca de un determinado tipo de miel, de cualquiera de sus variedades o simplemente con ganas de pasear y curiosear.

El trabajo minucioso de las abejas recopilando el néctar de las flores y después el ingenio del hombre para convertir el producto en un manjar delicioso tuvo ayer en Llubí miles de fieles, que no dejaron pasar la oportunidad de probar la miel en cualquiera de sus múltiples ofertas.

Reivindicaciones

La miel con sobrassada, la miel de romero, de garrover, o licores de miel se mostraban ayer a los visitantes entre los diferentes tenderetes que también ofrecían al público los más diversos trabajos u ofertas de las empresas de la localidad. También había espacio para las nuevas herramientas de los apicultores.

Otro de los aspectos que se palpaba en el ambiente festivo de ayer era el reivindicativo. Así, a la entrada de la localidad una pancarta ya recibía a los visitantes con el lema: «Una escola nova seria mel», en referencia a la reivindicación de un nuevo centro educativo para los escolares del municipio. En otro de los stands de la feria los carteles y la recogida de firmas tenían un claro objetivo, el de reclamar la construcción de un monumento a las madres y abuelas llubineres que durante años trabajaron la tierra recogiendo uno de los frutos más característicos de la localidad, las taperes. Ahora será el próximo día 27 de noviembre, último martes del mes, que los vecinos de la localidad celebrarán su feria más tradicional.