Una imagen del interior de es Fortí. Actualmente está muy bien conservado.

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La Associació de Revitalització i Centres Antics (ARCA), ha pedido al Consell de Mallorca y al Ajuntament de Santanyí que «no autorice la apertura de un bar-restaurante en el Fortí de Cala d'Or» en el sentido que un negocio de estas características «con las instalaciones o equipamiento que implica, crearía un enorme impacto visual y ambiental que alteraría el conjunto del monumento».

ARCA mostraba su desacuerdo con este proyecto. De esta manera consideran que «actualmente el Fortí de Cala Llonga no es compatible con la intención de llevar a cabo una actividad comercial que pueda dañar la conservación, preservación y la imagen del bien cultural y su entorno».

Recuerdan a la propiedad su «obligación de conservar este elemento histórico». El Fortí de Cala Llonga es una antigua fortaleza militar construida en 1730. En el año 1878 el estado la subastó y pasó a manos de Josep Costa i Ferrer, promotor de la urbanización de Cala d'or y desde 1992 es titularidad de la Fundació Illes Balears.