Vecinos y visitantes llenaron las calles del pueblo de Consell que ayer celebró su feria, en la que la variada oferta gastronómica fue un gran reclamo. g | Maria Nadal

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El vino y el buen comer volvieron a triunfar ayer en Consell durante la celebración de la XVI Fira de Tardor que celebró, por segundo año, el Gastroví que el año pasado se convirtió en el gran reclamo de la feria de la localidad.

La plaza Major de la localidad acogió las carpas donde se instalaron un total de once establecimientos del municipio que ofrecieron, a muy buen precio, tapas y raciones de diferentes platos típicos mallorquines que se combinaron con los sabrosos vinos que se sirvieron en la décima feria del vino en la que participaron las bodegas del pueblo.

A precios asequibles de tres euros la tapa y cinco euros la ración, muchos vecinos y asistentes no dudaron en hacer un alto en su paseo por la tradicional feria y degustar uno de los deliciosos platos en la plaza Major. Además, el Ajuntament habilitó un espacio de mesas y sillas en la calle de Cas Txeco, al lado de la plaza, para dar más comodidad a los visitantes.

Pero además de la oferta gastronómica, el pueblo de Consell se convirtió en un gran mercado donde los visitantes y vecinos pudieron encontrar cualquier tipo de artículo tradicional. Los puestos de quesos y embutidos, que tanto gustan en estos mercados, no faltaron a su cita anual, como tampoco lo hizo la muestra de animales y las actividades infantiles que hicieron las delicias de los más pequeños.