La artesanía y la gastronomía predominaron en la Fira d'Ocutbre. | Assumpta Bassa

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Santanyí se convirtió ayer en la capital de la artesanía, del comercio y de la gastronomía en una concurrida Fira d’Octubre que llenó de vida y animación el centro neurálgico de la localidad.

Unas 10.000 personas se acercaron a este municipio del Migjorn para disfrutar de la amplia y variada oferta que había en los diferentes expositores. Se trata de un evento que, año tras año, sirve para promocionar la industria local además de atraer numerosos visitantes y turistas al municipio.

Uno de los principales atractivos fueron los mestres artesans que mostraron en directo su forma de trabajar captando la atención sobre todo de los turistas que inmortalizaban, con cámara en mano, el momento.

La gastronomía jugó también un papel importante. Diferentes restaurantes ofrecieron sus productos en la plaza de sa Canal. Por la tarde hubo también la Mostra de Cuina organizada por las Mestresses de Casa Nuredduna.

En la calle Bernat Vidal i Tomàs se concentraron la exposición de animales con cans eivissencs, raters, perdius y otros ejemplares de bestiar.

Durante todo el día hubo otros actos como una ballada popular a cargo de Ordi Broix a las 18.30 horas y al final del día no faltó la fiesta con una ‘Marxifesta’ en la plaza Major organizado por el Centre d’Informació Jove.