Imagen de archivo de pescadores de Cala Rajada en la pesca del calamar. | Jaume Morey

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Las cofradías de pescadores de Pollença y Cala Rajada denuncian que Ports de les Illes Balears les reclama el pago anticipado de las tasas que les corresponden por utilizar sus instalaciones portuarias durante el segundo semestre de 2012, una circunstancia que ha cogido por sorpresa al sector que habitualmente satisfacía los pagos por periodo vencido una vez acabado el año.

Las cantidades a pagar (hoy es el último día dentro de plazo y quien se demore habrá de pagar también intereses) se calculan respecto a los metros cuadrados de superficie que el pescador utiliza, bien sea una superficie cubierta o descubierta y oscilan entre los 450 y los 850 euros por semestre.

Se marchan

En Pollença, algunos pescadores ya han comenzado a vaciar los habitáculos que utilizaban como almacén para no tener que pagar la tasa pero se han tenido que llevar del puerto todos los utensilios que emplean en su trabajo diario lo que dificulta enormemente su trabajo.

Los afectados han remitido a través de la Federación de Cofradías de Pescadores un escrito al gerente de Ports i Aeroports de les Illes Balears, Daniel Ramis, en el que solicitan la paralización de las liquidaciones presentadas pero hasta ahora no han obtenido respuesta y el plazo para pagar sin intereses finaliza hoy.

Los pescadores se sienten «ahogados» por la política recaudadora de Ports y piden «sentido común ante la imposibilidad económica que tiene el sector para avanzar pagos que están directamente relacionados con valores de producción futuros e inciertos».

Los pescadores consideran que no pueden ser tratados como otros usuarios que disponen de instalaciones y otros servicios dependientes de Ports no como medio de vida sino para actividades de recreo y ocio.

El departamento de Ports depende de la Conselleria de Turisme i Esports del Govern de les Illes Balears que en este caso no diferencia entre la pesca profesional y la pesca recreativa.