Se prevé que los primeros contenedores cargados de basura lleguen al Port d'Alcúdia a principios de 2013. | Elena Ballestero

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Alcúdia no está dispuesta a recibir los barcos cargados con la basura que generan otros países de Europa para su posterior incineración en Son Reus. Así se lo ha hecho saber telefónicamente la alcaldesa de Alcúdia, Coloma Terrassa (PP), al director insular de Residus, Antoni Serra.

Terrassa consensuará con el resto de partidos políticos con representación municipal el contenido de un escrito más formal que saldrá en los próximos días hacia el departamento insular de Medi Ambient con el objetivo de que el Consell busque un «plan alternativo» que podría ser descargar directamente en el puerto de Palma.

La secretaria general de los socialistas de Mallorca, Silvia Cano, y el portavoz del grupo municipal del PSOE de Alcúdia, Pere Malondra, ofrecieron ayer una rueda de prensa frente a la estación marítima de Alcúdia advirtiendo también sobre la «incompatibilidad» de un turismo de cruceros con la importación de desperdicios de Europa.

Sensibilización

El regidor Malondra llegó a apuntar que «parece que quieren evitar que Palma, donde hay muchos más ciudadanos que en Alcúdia, se les eche encima por una decisión de este tipo».

Los diferentes líderes políticos locales tienen previsto reunirse en los próximos días con los hoteleros, restauradores y otros sectores que podrían verse afectados por la «mala imagen» que supone para el turismo la importación de los residuos.

«Nos parece más coherente y razonable que la basura entre por Palma, no sólo por una cuestión de proximidad o comodidad sino incluso económica por lo que supone de ahorro de transporte en carretera», explica la alcaldesa de Alcúdia quien teme que todo el trabajo que se ha realizado para promocionar el municipio como un destino ideal de cruceros haya sido en vano. El primer crucero llegó al Port d'Alcúdia precisamente este verano, concretamente el pasado 26 de julio.

«Independientemente de que la importación de residuos nos parezca bien o mal, por mucho que sean residuos de materia inerte que generarán energía limpia no nos parece que sea adecuado traerlos a un lugar como el Port d'Alcúdia», añade Terrassa.

La alcaldesa recuerda además que la estación marítima de Alcúdia ya soporta diariamente las «molestias» que supone la llegada de carbón y de butano «que nos generan muchas molestias y pocas compensaciones», dice.