El palco de autoridades, enlazado, durante la procesión de la Beata.

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Un día después de la procesión de la Beata y con los ánimos algo más calmados tras la polémica generada entorno a la presencia del president Bauzá en la misma, el alcalde, Miquel Cifre (Suma pel Canvi) y el portavoz del PP en el Consistorio, Martí Torres, quisieron agradecer ayer públicamente a los ciudadanos su actitud pacífica durante la fiesta.

Hasta ahora, el portavoz Martí Torres no se había pronunciado sobre la presencia del lazo en favor del catalán en el programa de fiestas y en los pañuelos que se repartieron el día del pregón, ni sobre las invitaciones a Antoni Pastor, Jubilats per la Llengua o Biel Majoral, entre otros, todos por su compromiso con la lengua catalana.

Distinción

Pasada la fiesta, Torres critica públicamente al alcalde Cifre «porque durante seis meses ha estado provocando los problemas». «La gente sabe distinguir cuando y dónde hay que reivindicar las cosas pero el alcalde no ha sabido hacerlo hasta ahora y ha tenido que hacer un bando para evitar conflictos», dice el portavoz del PP de Santa Margalida.

Torres acompañó personalmente el domingo al president Bauzá a su llegada a pie hasta la Casa Consistorial, se sentó tras él en el palco, procesó con él y al acabar la procesión cenaron juntos en la Plaça. «No me cabía ninguna duda de que no pasaría nada y así se lo dije al president, donde hay 10.000 personas los silbidos no se pueden evitar ni tampoco que de 1.500 payeses 20 te den la mano y 10 o 15 te enseñen el lazo, todo eso entra en la normalidad», asegura Torres.

Miquel Cifre, por su parte, se muestra satisfecho con el desarrollo de la fiesta. «Todo ha ido bien y ha quedado demostrado que las voces que apuntaban que el municipio era violento no decían la verdad», explica el alcalde.