La carroza de los vikingos puso la nota reivindicativa denunciando los recortes. | Maria Nadal

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Imaginación, colorido, originalidad y un punto de reivindicación centraron ayer la 39 edición del desfile de carrozas de Alaró, que el pueblo celebra cada año durante el transcurso de las fiestas patronales de Sant Roc.

Durante la edición de ayer participaron un total de diez carrozas de temáticas diferentes, pero con un único objetivo: divertirse. De este modo, el numeroso público que esperaba el paso del desfile pudo bailar al son de la música india, una de las carrozas más vistosas, o imaginarse un mundo fantástico de la mano de la Escola de màgia de Harry Potter al Castell d’Alaró.

La parte reivindicativa la pusieron los vikingos con su carroza titulada Les invasions bàrbares. En esta comparsa no faltaron las tijeras para denunciar los recortes que lleva a cabo el Gobierno.

También hubo oportunidad de recordar las antiguas minas de carbón que existieron en Alaró y rendir un homenaje a las motos Harley Davidson con la comparsa Al Rum Rum.

El número de carrozas que han participado en el desfile de este año ha superado con creces al del año pasado donde sólo participaron seis carrozas. A pesar de este incremento, el número de personas que formaban las comparsas era inferior al de 2011.