Un año más los únicos patos que se lanzaron fueron de goma, aunque también hubo melones y sandías. | Teresa Ayuga

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Aunque los vecinos de Can Picafort prefieren una suelta de patos con animales de carne y hueso, ayer la fiesta que se enmarca en los actos de las fiestas de la Mare de Déu, se vivió con lanzamientos de patitos de goma, melones y sandías que sustituyeron a los enmascarados que años atrás se saltaban la normativa vigente que prohíbe la utilización de animales vivos en las fiestas populares y lanzaban patos reales al mar desde sus barcas.

Ayer el Ajuntament de Santa Margalida lanzó más de 1.000 patitos de goma y melones y sandías que fueron recogidas por los nadadores que esperaban cerca de las barcas. El alcalde de la localidad, Miquel Cifre, se mostró satisfecho por el resultado de la fiesta y explicó que «ha habido una fuerte participación de vecinos y el estado del mar ha propiciado a que la suelta fuera un éxito».

Aún así, los diferentes partidos que forman el Ajuntament de Santa Margalida apuestan por recuperar la suelta de patos con animales vivos. De hecho, el delegado de Can Picafort, Joan Monjo, anunció el año pasado que se modificaría la ley para poder recuperar la suelta tradicional, aunque el Parlament balear no ha realizado ninguna gestión en este sentido.

Por lo que se refiere a los enmascarados, ya avisaron en el año 2010 que no volverían a actuar hasta que no hubiera un cambio de gobierno en el Ajuntament. Actualmente, SUMA y CxI tienen la mayoría, mientras que el PP y CPU están en la oposición.