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La presidenta del Consell de Mallorca, María Salom, y el conseller de Agricultura, Medio Ambiente y Territorio, Biel Company, han sido citados a declarar ante el juez a fin de ser interrogados en torno a los disturbios de los que presuntamente fueron objeto al paso de las autoridades autonómicas y locales en las fiestas de Felanitx, el 28 de agosto de 2011, cuando algunos de ellos fueron sometidos a supuestas agresiones físicas y otros zarandeados y empujados.

Ahora, justo un año después de los altercados, los dos altos cargos del PP han sido emplazados a comparecer en calidad de testigos los días 27 y 30 de agosto, respectivamente, para arrojar luz sobre los hechos que acaecieron durante las Fiestas de Sant Agustí, tal y como consta en la providencia dictada por el magistrado del Juzgado de Instrucción número 1 de Manacor, Francisco José Pérez.

Junto a ellos también han sido citados como perjudicados la exportavoz del PP Catalina Soler, el día 27; la directora general de Función Pública, Núria Riera, y el director del Fondo de Garantía Agraria y Pesquera de Baleares (Fogaiba), Joan Simonet, el 29, mientras que como imputados comparecerán los diez supuestos autores de las agresiones, los días 24, 27 y 29 de este mes.

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En concreto, la comitiva de autoridades que asistió a los actos estaba encabezada por Salom, seguida por Company, la consellera insular de Medio Ambiente y exalcaldesa del municipio, Catalina Soler, y el alcalde del municipio Biel Tauler, a quienes «una avalancha de incontrolados obstaculizaron el paso y les acorralaron en el interior a la salida del palio» colocado para que pasaran los responsables políticos, según reza el atestado de la Policía Local, al que ha tenido acceso Europa Press.

En ese momento, algunos de ellos resultaron supuestamente objeto de agresión física mientras que otros fueron zarandeados y empujados, al tiempo que la denuncia relata cómo llegó a vertirse contra ellos «líquidos, objetos y escupitajos» que hicieron perder el equilibrio a algún miembro de la comitiva «por la acometida violenta y gratuita, totalmente desmesurada de la multitud sin motivo anterior aparente o provocación alguna para que esto ocurriera».
De hecho, acto seguido el dispositivo de agentes que se encontraban dentro del palio para proteger a las autoridades «se tuvo que emplear a fondo» para poder evacuarlas y ser trasladadas a las proximidades de la Iglesia Des Convent.

Sin embargo, el atestado precisa cómo durante este tiempo «se vivieron momentos críticos y de gran tensión» que hicieron que los efectivos se vieran obligados a «hacer uso en dos ocasiones del aerosol defensivo».