Imagen de una de las edificaciones vacacionales del interior del aeródromo militar del Port de Pollença. | Elena Ballestero

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El Consejo de Ministros aprobó hace ahora una semana un Real Decreto que rebaja la servidumbre aeronáutica del aeródromo militar de Pollença equiparando las condiciones de construcción en el interior de la zona militar a las del resto del Moll, con un máximo de planta baja y tres alturas permitidas.

Hasta ahora el límite de alturas era más restrictivo (los edificios más altos tienen planta baja y dos alturas exceptuando algunos elementos como la torre de control) dentro del aeródromo para no interferir en las maniobras de despegue y aterrizaje de los hidroaviones ni provocar interferencias en las señales radioeléctricas que se reciben durante las mismas.

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El consejo de Ministros justifica el cambio en el hecho de que «actualmente, aunque se mantienen las operaciones de hidroaviones en el aeródromo su función principal es la de actuar como helipuerto para los helipuertos de búsqueda y salvamento (SAR) y esporádicamente, para el transporte de personas». «El nuevo Real Decreto modifica el vigente desde el 22 de agosto de 1970 que otorgó al aeródromo de Pollença la categoría A y establece que dado que las necesidades actuales del helipuerto son más reducidas, pasa a clasificarse en la categoría C, con unas limitaciones menos severas para proteger sus operaciones», concluye la nota pública emitida por el Consejo de Ministros.

El alcalde de Pollença, Bartomeu Cifre (PP), aseguró ayer que el Ministerio de Defensa no ha solicitado licencia de construcción para incrementar la altura de los edificios de la base y en caso de que lo haga el Ajuntament concederá la autorización si así lo permite el Plan General de Ordenación Urbana del municipio. Esta es la primera vez que el Gobierno central reconoce tácitamente una disminución de la actividad aeronáutica militar en la base de hidroaviones del Port de Pollença que oferta en sus instalaciones estancias vacacionales a los miembros de los diferentes ejércitos del aire de los países de la OTAN.

El Ajuntament y el Senado aprobaron hace años crear una comisión mixta que estudie la reversión de las instalaciones militares o en su defecto un uso compatible civil y militar de las mismas pero el acuerdo no se ha hecho efectivo hasta ahora.