José Ramón Bauzá y Maria Salom, con los alcaldes de varios municipios de Mallorca. | Jaume Morey

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El president José Ramón Bauzá ya no puede evitar las protestas contra su acción de gobierno con recortes en todos los capítulos de gasto, ni siquiera cuando acude a un foro en el que pretende anunciar buenas noticias. Ayer, medio centenar de funcionarios del Consell de Mallorca le organizaron una pitada mientras comunicaba a los alcaldes de la mayoría de los municipios de Balears, reunidos en la FELIB, que en unos días les será remitido el dinero correspondiente a sus sueldos y los de los concejales en el ejercicio de 2011.

Así, la sonora manifestación de los funcionarios coincidió con la declaración de Bauzá en la que afirmaba que «el ADN de toda administración pública debe ser no gastar ni un euro más de lo que se tiene».

En el marco de una asamblea ordinaria de la Federación de Entidades Locales de las Illes Balears (FELIB), no sólo intervino Bauzá sino que se hizo acompañar en la mesa presidencial por el conseller de Administracions Públiques, Simón Gornés; de la presidenta del Consell de Mallorca, Maria Salom; y del alcalde de Palma, Mateo Isern.

En su intervención ante los alcaldes de municipios de Balears, el president Bauzá combinó su anuncio de que en la primera quincena de julio los ayuntamientos de menos de 6.000 habitantes recibirán las subvenciones del año 2011 destinadas al pago de sueldos de alcaldes y regidores con cargo al Fondo de Cooperación Local, con su recomendación de «estricta austeridad» en el gasto público «tanto en los momentos de crisis como en los de bonanza».

Por su parte Joan Albertí, presidente de la FELIB y alcalde de Fornalutx, señaló su acuerdo con las propuestas de Bauzá pero matizó que «los alcaldes estamos pendientes ante todo de una nueva ley española en el ámbito municipal que señale con claridad cuáles son nuestras competencias y por tanto nuestros gastos, para así asegurar nuestra supervivencia».