Sobre las 13 horas ya había muchos vehículos en el vial nuevo.

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A mediodía de ayer, el nuevo vial de acceso que conecta Son Servera con Cala Millor se abría al tráfico entre la expectación y las críticas. La alternativa dada por el Govern a la carretera cortada por la paralización de las obras del tren de Llevant ha suscitado todo tipo de comentarios.

La nueva infraestructura, ubicada a la salida de Son Servera tiene una longitud de 270 metros con una anchura de 7 metros, 3,5 por cada sentido de circulación. Su construcción, financiada por la Dirección General de Transportes, ha tenido un coste de 150.000 euros.

Para algunos la solución ha sido muy efectiva, ya que se salvan los 1,4 kilómetros que tenían que recorrer desde el pasado mes de agosto los vecinos y visitantes al tener que desviarse por la zona del polígono.

Inconvenientes

Para otros la vía no está exenta de inconvenientes. Algunas de las críticas apuntan a que es una carretera con demasiadas curvas por lo que se tendrán que controlar mucho la velocidad. Otro de los inconvenientes es que esta vía ha eliminado el acceso a Cala Bona por el Comellar Fondo.

El Ajuntament de Son Servera se ha mostrado muy crítico con la paralización de las obras del Tren que obligaron a cortar la carretera principal que conecta con el núcleo costero. Hubo movilizaciones, incluso se plantaron ante el Consolat para exigir soluciones. Tras varias reuniones se presentaron una serie de propuestas.

El alcalde, Josep Barrientos, en una reciente visita de obras del conseller Gabriel Company, le mostró sus críticas y dijo que «la nueva carretera parece un escalextric». Críticas que provocaron una discusión entre ambos.

Barrientos comentó a este periódico que «en los últimos días hemos recibido quejas sobre todo de los vecinos de cala Bona. Además, hemos tenido que cerrar la entrada al Instituto y poner unas barreras para la seguridad del carril bici».