En la Fira había este domingo menos gente que otros años. | Elena Ballestero

TW
4

Desde su creación en 1999 la Fira de la Sabata había sido inaugurada formalmente en domingo, el primer domingo de junio. Que el Llosetense se juegue su ascenso a Segunda B no se vive cada año o eso es al menos lo que debieron pensar las autoridades municipales este fin de semana y es que el alcalde, Bernat Coll (PSOE), ex presidente del Llosetense, trasladó la inauguración de la feria al sábado para no perderse un partido que acabó en empate a uno. Quedan dos jornadas para decidir el futuro del club de fútbol.

Con menos público que de costumbre, los más mayores cumplían ayer escrupulosamente con la tradición de mostrar a los visitantes de la feria en la plaza la manera artesanal de fabricar el calzado, aquella que sucumbe a años de dura competencia y cómo no a la crisis.

Francesc Ripoll, presidente de la tercera edad de Lloseta, zapatero jubilado y ex jugador del Llosetense, coordinaba ayer la demostración de la fabricación artesana de calzado, pendiente del móvil para conocer el resultado del partido y con el sabor amargo, presente en toda la muestra, de perder una más de las fábricas de calzado locales, Alcover, que comercializaba sus productos bajo la marca Bay.

Cierre

Desde hace una semana los trabajadores van a sus puestos de trabajo pero están parados y no cobran, pendientes de una inminente suspensión de pagos.

La fábrica se suma a una larga lista de desaparecidas. El pueblo que sobrevivió a la crisis de la minería reconvirtiéndose al sector del calzado, padece ahora una nueva crisis económica y social . De las 33 fábricas que llegó a tener solo sobreviven tres.