Algunos de los vecinos de Selva, durante la pacífica protesta. | Teresa Ayuga

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El president del Govern, José Ramón Bauzá, puso fin ayer en Banyalbufar y Selva a su polémico tour por los pueblos de Mallorca para presentar el programa con el que opta a la reelección de presidente del partido durante el congreso del PP que se celebra hoy y mañana en Palma.

Aunque en Banyalbufar, Bauzá no fue increpado por manifestantes y su visita hubiera pasado totalmente desapercibida a no ser por la gran presencia de agentes de la Guardia Civil en el pueblo, en Selva unas 100 personas (la mayoría menores) esperaron la llegada del president a dos calles del Centre, donde se celebró el encuentro de los populares.

Armados con sirenas, cacerolas, lazos en defensa del catalán y unas tijeras que denunciaban los recortes aplicados por el Govern en educación y sanidad, los manifestantes hicieron sentir su malestar por las políticas que lleva a cabo el Ejecutivo de Bauzá.

Aún así, la llegada de los máximos representantes políticos hasta el Centre fue totalmente tranquila. Los coches llegaron hasta la plaza Santa Catalina Tomàs por una estrecha calle semipeatonal, y Bauzá, Pere Rotger, Antoni Gómez, Miquel Vidal, Gabriel Matas y los alcaldes de Selva y Escorca, Joan Rotger y Antoni Solivellas, respectivamente, saludaron a los afiliados mientras se escuchaban los gritos de los manifestantes.

En el interior de la reunión, unas 30 personas escucharon al president. Los silbidos también se oían en la sala.