En Sóller, unas 200 personas esperaban al president que se reunió en secreto en Deià y luego se fue a Puigpunyent. | Teresa Ayuga

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Sóller y Puigpunyent vivieron ayer nuevas manifestaciones de protesta contra el president del Govern, José Ramón Bauzá, como las que se vienen registrando últimamente en los municipios de la Isla donde visita las sedes de Partido Popular.

Pero ayer Bauzá logró dar esquinazo a los más de 200 manifestantes que se habían congregado en la plaza Constitució, a pocos metros de la sede del partido. De hecho, mientras se realizaba una sonora pero pacífica manifestación con pitos y cacerolas y se exhibían pancartas contra los recortes, cierre de hospitales y política lingüística, Bauzá mantenía una reunión en Deià a la que habían sido convocados «en secreto» políticos y militantes de este municipio, juntamente con los de Fornalutx y Sóller.

En este último municipio, donde estaba convocada la reunión y la correspondiente protesta, pronto se sospechó que Bauzá no aparecería, ya que en la zona no había más que algunos agentes de la Policía Local controlando el tráfico. Mientras tanto un fuerte dispositivo de la Guardia Civil, el Grupo Rural de Seguridad venido de Valencia con 12 vehículos y con sus correspondientes dotaciones de intervención, se mantenía estacionado junto al polideportivo, pero en ningún momento se acercó ningún agente en el lugar done presumiblemente tenía que llegar Bauzá. En los accesos a Sóller, la Benemérita realizaba controles e identificaba a algunos conductores.

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Sobre las ocho se corrió la voz de que los políticos del PP habían sido vistos en Deià. Algunos de los organizadores de la concentración se dirigieron después al público asegurando que «Bauzá no se ha atrevido a venir a un pueblo donde ha quedado claro que no es bien recibido», calificando de «cobarde» la estrategia.

Fuentes del PP confirmaron después que la reunión se había celebrado en sa Tanca de Deià «ante medio centenar de personas». Con Bauzá estaban Pere Rotger, Jaume Crespí, Antoni Gómez, Carlos Simarro, Joan Albertí y Biel Matas.

Por otra parte, unos cien vecinos de Puigpunyent se concentraron en la plaza del Ajuntament para recibir al president entre abucheos, el ruido de cacerolas y gritos en defensa de la lengua catalana y contra los recortes educativos y sanitarios que se están aplicando desde el Ejecutivo.

La manifestación transcurrió en todo momento de manera pacífica y la presencia de una docena de agentes de la Benemérita contribuyó a que no se produjera ningún tipo de altercado. De hecho, Bauzá llegó al Ajuntament, punto de encuentro con la junta Local del PP, sin dificultad alguna, ya que una barrera de protección lo alejaba de los manifestantes.