Los cuatro detenidos en Bunyola han quedado en libertad con cargos. | Joan Torres

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Amadeu, Joan, Roser y Toni quedaron el libertad a lo largo de la mañana de ayer tras pasar por el juzgado de Guardia en Palma. Su detención la tarde del lunes por parte de un grupo antidisturbios de la Guardia Civil cuando cortaban el tráfico rodado en Bunyola a la espera del president Bauzá, se salda con el cargo de «resistencia grave a la autoridad» tras permanecer una noche en los calabozos de la comandancia de la Benemérita.

La jueza Carmen González, ayer en funciones de guardia, dedujo testimonio y dejó en libertad con cargos a los cuatro detenidos en Bunyola en la protesta contra la anunciada visita del presidente del Govern. A uno de ellos le requiere por el momento también del cargo de desórdenes público, hasta que se aclare si es cierto el parte de un agente del orden que afirma haber sido mordido en un antebrazo durante el arresto.

Agresividad

El abogado de los detenidos, Josep de Lluís, afirmó al término de las declaraciones que sus patrocinados «se han sentido maltratados» por la Guardia Civil, tras haber sido víctimas de «bastante agresividad tanto en el trato como en los comentarios de los agentes».

A ese respecto añadió que durante su arresto «han recibido «algún comentario desagradable relativo a sus familias».

El letrado criticó también que cuando condujeron a los detenidos al cuartel de la Guardia Civil del Pont d’Inca, los agentes les anunciaron que, posteriormente, serían conducidos a los Juzgados de Vía Alemania, cuando, en realidad, los habían trasladado a la Comandancia de la Guardia Civil en Palma. «No sabemos por qué, pero nos mintieron a los familiares de los detenidos y a mí», manifestó De Lluis.

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Los cuatro detenidos salieron ayer en libertad de los Juzgados de Vía Alemania al término de su presencia ante la magistrada, siendo primero Amadeu Corbera, seguido de Roser Aguiló, Antoni Sansaloni y Joan Servera.

Controversia

Antes de que la jueza los pusiera en libertad, el abogado había criticado que el informe policial elaborado por la Guardia Civil estaba «pleno de vaguedades y generalidades» y había revelado que uno de los agentes ha presentado un parte de lesiones, tras acusar a uno de los jóvenes detenidos de haberle mordido en el antebrazo derecho en el momento en el que le introdujeron en el furgón.

El aludido mostró su disposición a que le hicieran las pruebas dentales precisas para que se pueda rechazar esa presunta agresión.

Durante toda la mañana de ayer una treintena de personas entre familiares de los detenidos y allegados permanecieron frente a las instalaciones judiciales a la espera de la salida de los detenidos, frente a un discreto cordón policial, sin que se produjeran incidentes.

Dos formaciones autodenominadas «independentistas» se identificaron como principales soportes de los arrestados: Esquerra Independentista de Mallorca y el Sindicat d’Estudiants dels Països Catalans. Ambos denunciaron «el uso indiscriminado de la violencia» ante «manifestaciones pacíficas y festivas».