Miles de visitantes pudieron disfrutar este fin de semana de una amplia oferta en el Port d’Alcúdia. | J.S.

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Con el mar como excusa, durante todo el fin de semana el Port d’Alcúdia ha sido el epicentro de la náutica y de la gastronomía relacionada con la sepia. Miles de visitantes llegados de todos los puntos de la isla han disfrutado de la cocina mediterránea y han conocido los medios más adecuados para poder navegar, desde los más ancestrales hasta los más novedosos sistemas de navegación incorporados a los barcos más modernos.

Así, desde la navegación a vela, el barco de Salvamento Marítimo o bien conocer las labores del mar que se realizan en tierra previas a la salida de los barcos, o las herramientas de los Mestres d’aixa sirvieron para dar a conocer el lado marinero de Alcúdia.

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La jornada de ayer, también sirvió de homenaje a Pere Bennàssar, un pobler de vorera de mar que durante años ha manejado la aixa para realizar los barcos que han surcado nuestras islas. Por ello se le concedió la segunda edición del premio Tota una vida per a la náutica a Alcúdia.

Y es que este año la feria náutica ha tenido más trascendencia si cabe al no celebrarse la feria anual de Palma, la de Alcúdia se convirtió en el único referente dentro del sector. Un motivo por el cual se notó una gran participación de expositores y de visitantes.

Pero sin ninguna duda, el atractivo más sabroso fue la amplia oferta de platos de los treinta restaurantes participantes. Así los visitantes desgastaron desde suquet de sobrassada amb sípia, frito de sepia, tortilla de sepia, sepia a la mallorquina, sepia al vino blanco o espinegades de sepia. En definitiva nadie se fue con hambre.