El nuevo colegio de la ciudad entró en funcionamiento hace cuatro años. | Antoni Pol

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El Ajuntament d'Inca no cesa en su lucha para que la Conselleria d'Educació del Govern balear arregle todas las deficiencias que presenta el edificio del colegio Miquel Duran i Saurina, el último centro escolar que se construyó en la ciudad y que abrió sus puertas hace unos cuatro años.

El teniente de alcalde, Felip Jerez (PP), explicó que «el IBISEC es el órgano competente para llevar a cabo las mejoras y las debe ejecutar. El Ajuntament tiene la competencia del realizar el mantenimiento del edifico, pero no puede ser que un colegio que abrió hace cuatro año cueste mantenerlo como si tuviera 20».

Para realizar las obras de mejora, desde el Ajuntament d'Inca han propuesto al IBISEC que ejecute el aval bancario que la empresa adjudicataria ingresó para llevar a cabo la construcción. «Desde el Ajuntament tenemos claro que reclamaremos todo lo que pertenezca a nuestros ciudadanos, sobretodo después de los recortes que se nos aplican y que nos impiden poder soportar más gastos», sentenció Jerez.

Las principales deficiencias que presenta el centro son de humedades, aunque el nuevo centro también tiene problemas en la estructura y también existen desperfectos en la instalación eléctrica, entre otros.

Ahora los responsables políticos del Ajuntament de Inca están pendientes de una nueva reunión con el IBISEC para estudiar las actuaciones.