Arbona cuenta con una gran plantilla de colaboradores que hacen posible la revista. | Guillem Mas

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Sólo tres números evitan que Onofre Arbona (Montuïri, 1925) pueda decir que participado en todos y cada uno de los 707 números de los 60 años de historia que ahora celebra la revista local Bona Pau, siendo su director durante estas seis décadas y a su vez corresponsal, durante años, de Ultima Hora.

-¿Cuándo decide su implicación en este proyecto?

-En 1952, el rector Bernat Martorell deseaba la creación de algún tipo de publicación escrita dirigida a los jóvenes y al pueblo en general. Me pidió ayuda pero la rechacé. Sin mi se publicaron los tres primeros números de Bona Pau y Martorell me volvió a insistir. Me comprometí durante un año y ya ve, el compromiso se convirtió en 60 años. ¡En aquellos tiempos no conocía ni a la que sería mi mujer!

-¿Cómo fueron los años de la censura?

-A pesar de ser en sus inicios una publicación de la Iglesia teníamos que pasar por los ‘ceros' de la censura y en un formado de doble cuartilla. Y claro, toda en castellano. Tuvimos algún problema con Pere Capellà, Mingo Revulgo, ya que mensualmente nos escribía sus gloses. La censura nos paró la revista en la imprenta y tuvimos que cambiar el título de las gloses de Capellà en castellano.

-¿Y el cambio con la democracia?

-En 1980 pasamos a ser una revista íntegramente en catalán aunque anteriormente ya publicábamos algunos escritos en nuestra lengua. Nuestros lectores y socios, acostumbrados a leer en castellano, se sorprendieron y de los 800 afiliados, unos 150 se dieron de baja. Creo que con los años los que hemos recuperado con creces. Muchos de ellos ahora nos dan las gracias porque hemos sido un elemento de normalización lingüística ya que han podido aprender a leer en su propio idioma. Hasta he dado clases de catalán.

-¿Cuál es el secreto de estos 60 años?

-Creo que el hecho de que su contenido sea cien por cien información de Montuïri o referente a los montuïrers. Hemos publicado prácticamente toda la historia del municipio y nos hemos adaptado a las nuevas tecnologías.