Libros, documentos y fotografías mojados, esparcidos por la habitación. | Elena Ballestero

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Una buena parte del fondo documental de la familia Llobera que compraron el Ajuntament y el Consell junto con el casal del que recibe el nombre, está totalmente deteriorado y es irrecuperable.

Seis años después de que el Ajuntament y el Consell de Mallorca adquirieran por 1,5 millones de euros el emblemático edificio, el inmueble, cerrado casi permanentemente desde entonces, se deteriora a pasos agigantados. El Ajuntament ultima los trámites para adjudicar por vía de urgencia las obras que permitirán renovar la cubierta de Can Llobera, una obra que considera «imprescindible» para evitar que filtraciones de agua como las producidas a principios de año y que ahora han salido a la luz, puedan seguir deteriorando un patrimonio de incalculable valor.

Las obras de reforma no tienen hoy por hoy garantizada la financiación y es que el Ajuntament debería adjudicar antes del 21 de diciembre si no quiere perder la subvención del Consell, un plazo de difícil cumplimiento teniendo en cuenta que la licitación no se decretó hasta el martes de la pasada semana.

Está a punto de cumplirse un año de la gran filtración de agua en la habitación que contiene el fondo de la familia Llobera, que el Consistorio comienza ahora a inventariar.

El fondo fotográfico y de postales es irrecuperable y los libros sufren daños de diversa consideración.