Los bodegueros celebran la llegada del vino joven con una fiesta. | Nuria Rincón

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El municipio de Santa Maria celebró ayer un año más, y con este ya van nueve, la Festa del Vi Novell mediante la que los cellers del municipio anuncian la venta del vino joven colgando unas ramitas de pino en las puertas de sus bodegas.

Como manda la tradición, los representantes de las bodegas Macià Batle, Es Cabàs, Jaume de Puntiró, Can Rubí, Sebastià Pastor y Àngel Bodegas, ofrecieron una botella de vino a la alcaldesa, Rosa Vich, que contestó a la ofrenda con la rama de pino que desde hoy preside la entrada a los cellers.

Durante el acto institucional de ayer también se celebró el hermanamiento entre las bodegas de Santa Maria y la bodega Cap de Barbaria y Terramoll, de Formentera, que estuvieron presentes en la fiesta.
El pregón de este año corrió a cargo del especialista en cultura popular, Felip Munar.