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Ahora hace 23 años que el llamado sector siete de Canyamel, en Capdepera, dejó una zona de 38 hectáreas a punto para urbanizar, la misma extensión que ocupa lo pueblo de Ariany y el doble del actual núcleo urbanizado de Canyamel. Ahora el GOB ve como 20 años después de la Llei d'Espais Naturals de 1991 «aquella ley podría adaptarse al promotor. Al menos esto es el que parece decir el Gobierno», señala Jaume Adrover portavoz del grupo ecologista.

Y es que el promotor de la urbanización, Cap Vermell, tras recibir la oferta constructora con capital árabe, reivindica que una parte de lo que ahora es Área Natural de Especial Interés (ANEI) y la zona de armonización (suelo rústico) por un error deben ser urbanizables. Una propuesta que según el GOB también defiende el Ajuntament de Capdepera gobernado por el pacto entre PSOE y UCAP. «No entendemos cómo los líderes socialistas, como Francina Armengol, se llenan la boca en el Parlament de decir al PP que quiere más cemento y después su alcalde de Capdepera será el primero en participar de este nuevo modelo que quiere impulsar el PP», dice Adrover.

Para los ecologistas estas medidas responden al «urbanismo a la carta» que impulsa el Govern. El GOB lamenta que «el gobierno actual no haya aprendido de los excesos del pasado» y critica que «la receta única sea la continuación del modelo urbanizador desfasado», dice Toni Navarro del GOB.

Hay que recordar que hace apenas un mes los promotores de Cap Vermell, y el Ajuntament de Capdepera presentaron al Consolat de Mar el proyecto para construir un pueblo en esta zona, 142 habitaciones en un solar de 50.000 metros.