Poco antes del mediodía las calles ya presentaban un buen ambiente y mucha gente. | Joan Socies

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La Fira de Porreres mantiene su tradición y el pueblo celebró ayer su muestra con mayúsculas. En Porreres, la Fira, es de las pocas que no ha elegido un producto como emblema y esto la convierte en un gran escaparate para poder encontrar cualquier producto.

A la vez en la misma feria, los últimos años se han ido creando pequeñas secciones dedicadas a un determinado ámbito. Así en lo que es la Fira de Porreres había productos ecológicos, la feria de la salud, la muestra de ganado, la feria artesana, la muestra de caballos, los productos porrerencs, la muestra folklórica, un espacio para el deporte, y un largo etcétera de productos y tenderetes muy diversos y variados.

El cambio de hora pareció afectar a muchos de los visitantes, ya que las calles no se animaron hasta bien entrada la mañana. Pero poco a poco el ambiente festivo empezó a llenar las calles.

Por lo que se podía ver los productos más buscados curiosamente eran los de la temporada: buñuelos, embutidos, y cossiols de flores.

Otros que también hacían negocio eran los bares y las paradas de comida, en especial las de los alumnos de la escuela o del instituto. Hoy se celebra el Firó.