Imagen de la terraza de uno de los cafés de la plaza de España de Llucmajor.

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El pleno del Ajuntament de Llucmajor, reunido ayer en sesión ordinaria, aprobó con los votos favorables del equipo de gobierno del PP la congelación de casi todas las tasas municipales y sólo aplicar el incremento del IPC. No obstante, la misma medida también contempla la creación de tres tasas nuevas: la de medición de ruidos y vibraciones, de entrada y visita al Claustre y la de servicios urbanísticos de protección de la edificación.

La única tasa municipal que verá afectado su precio es la correspondiente a la ocupación de la vía pública para la instalación de terrazas. La tasa contempla dos escenarios diferenciados: una tarifa de 50 euros anuales en el caso de las terrazas instaladas en las zonas peatonales del centro de la ciudad, y otra tarifa de 20 euros al año para el resto vías públicas del municipio.

Frente a las críticas de la oposición, que acusó al gobierno de aplicar una subida del 400 por ciento en la mencionada tasa, el alcalde Joan Jaume (PP) manifestó que con esta acción se «regulariza» el precio de la misma y pone a Llucmajor «al mismo nivel que los demás municipios de la comarca».

La portavoz del PSM, Joana Lluïsa Mascaró tildó de «exagerado» tanto el incremento de la tasa por terrazas en la vía público, como los incrementos acumulados del IPC.

Por su parte, Jaume aseguró que no se está incrementando la presión fiscal. «Aquí no hay afán recaudatorio, sólo cobramos la prestación del servicio. La naturaleza de las tasas es cubrir el coste del servicio que se dispensa», recordó el alcalde.