Treinta comerciantes expusieron sus productos bajo los 'porxets' del santuario. | Antoni Pol

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A pesar de los recortes, Lluc vuelve a celebrar este fin de semana su feria, dedicada a la Serra de Tramuntana y a sus productos. Las paradetes se instalaron en los porxets de la plaza dels Pelegrins, frente del santuario.

La feria de Lluc se distingue del resto. Es más pequeña y acogedora, no hay aglomeraciones y los que la visitan suelen pasearse en silencio y respetando el carácter del santuario.

Consta de unas 30 paradetes donde, en general, se venden productos propios de la Serra: aceituna mallorquina, miel de la comarca, plantas medicinales y derivados para cosmética, entre otros. No hay hamburguesas, ni gofres, ni coches de choque. Este año, debido a los recortes, la conselleria de Medi Ambient tampoco ha instalado las carpas de propaganda institucional.

El alcalde de Escorca, Antoni Solivellas (PP), explicó que el Govern ha seguido colaborando, «pero prescindiendo de todo lo prescindible».

Tradicionalmente, la feria la organizaban el santuario de Lluc (que además es el promotor), el Ajuntament d'Escorca y la conselleria de Medi Ambient.