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La elaboración de un informe económico sobre la recogida selectiva en el municipio pone en evidencia una vez más el elevado coste del alquiler de las máquinas de compostaje que es calificado, por los actuales gestores municipales, de «insostenible» y de las que no se ha obtenido «ninguna rentabilidad».

En estos momentos las máquinas llevan varios meses sin funcionar porque «no hay personal suficiente para hacerlo» y se están llevando todos los residuos a Tirme para su tratamiento sin que, por el momento, suponga ningún coste. En el municipio se recogen 3.500 kilos de residuos orgánicos semanales, pero las máquinas sólo tienen capacidad para tratar unos 1.000. Esto supone tan sólo el tratamiento del 30 por ciento de los residuos que se generan. De tal forma que si las máquinas funcionaran a pleno rendimiento, que nunca lo han hecho, se deberían de seguir llevando residuos a Tirme.

Alquiler

A día de hoy el Ayuntamiento adeuda a Guimasa los últimos seis meses del alquiler de las máquinas, habiéndose firmado un compromiso de pago por un período de quince años. Se han facturado hasta la fecha 213.765 euros, y aún quedan 10 años de contrato.

Esta situación es calificada por la oposición de «económicamente preocupante» y advierten de que si el Ajuntament hubiera optado por comprar en su día directamente las máquinas ya estarían pagadas.

Por otra parte, se subraya el incumplimiento de algunos puntos del contrato, tales como que Guimasa debía hacerse cargo de la formación del personal que manipulara las máquinas, cuando en realidad los operarios municipales han tenido que aprender «sobre la marcha» sin ningún tipo de asesoramiento. Otro punto es que las facturas de reparación correrán a cargo de la empresa, si bien consta una de 900 euros pagada por el Ajuntament de octubre del 2010.

Seguridad

También advierten que los operarios no cuentan con las mínimas medidas de seguridad laborales para llevar a cabo su cometido y que la planta de compostaje carece de extintores.