La muestra abandona los Damunts para concentrarse alrededor de la plaza. | Elena Ballestero

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Un gran «arco del triunfo» como lo describe entre bromas el alcalde, Joan Simonet (PP), aunque con un toque más rústico que el francés, recibe a los visitantes de la XII Fira de Gremis Artesans d'Alaró. Miles de personas han pasado este fin de semana por el municipio para disfrutar del trabajo artesano, de ese que lleva el sello fet a Mallorca alejado de los made in a los que tanto nos tiene acostumbrados el gran comercio.

Como novedad, la Fira Gremial de Alaró ha sufrido este año una importante redistribución de espacios abandonando por primera vez el núcleo de los Damunts (el más antiguo de Alaró) con la idea de que crear allí una feria nocturna, cuando vengan tiempos económicos mejores. Así lo explica el regidor de Cultura, Juventud y Ferias, Llorenç Perelló, quien añade: «la gente se quejaba de que la feria se hacía demasiado larga y lo que hemos hecho es concentrarla utilizando calles céntricas que antes estaban vacías».

La redistribución ha dado una mayor relevancia a la Mostra de les Arts Tradicionals de Caça, una de las exposiciones más aplaudidas junto con la Mostra de Neules Artístiques de la feria que contribuyen a darle identidad.